Un jardín es creado por el ser humano, es el cultivo de plantas con fines ornamentales. Por otro lado, el Santuario es orgánico, es la sabiduría de la naturaleza en manifiesto a través de flora y fauna en perfecto sintonía. Es en la mixtura de ambos donde nos encontramos, el orden y estructura de un viñedo se va complementado al ritmo sosegado de la naturaleza en el santuario. 

Para este proyecto nos inspiramos en las botánicas presentes en el santuario y en el lugar mismo donde se encuentra la bodega, además de expresar la esencia de vinos frescos, livianos y jóvenes.

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Fotografías por: Bernardita Cifuentes